Desde hace siglos, los humanos han usado la luz para iluminarse por las noches, primero con fuego, velas y antorchas. Sin embargo, tras el descubrimiento de la luz eléctrica en el siglo XIX, su uso ha crecido exponencialmente y, hoy en día, gran parte de la población ni siquiera puede imaginar una vida sin luz. De hecho, la luz eléctrica es considerada una necesidad básica y un derecho humano.
Entonces, ¿cómo un servicio tan esencial llega a convertirse en un contaminante, tanto para los seres humanos como para las aves? Lamentablemente, el acelerado proceso de urbanización y el uso desmedido de luz eléctrica ha provocado un aumento excesivo de luz artificial nocturna (LAN), la cual hace parecer más largo el día. Esta alteración afecta especialmente a las aves que, al igual que los humanos, ya no son capaces de distinguir claramente entre el día y la noche. Las noches naturales, aquellas iluminadas únicamente por la luz de los astros y la luna, son prácticamente inexistentes.
Importancia de la oscuridad en el funcionamiento del reloj biológico
Para comprender las consecuencias de la pérdida de noches naturales es importante referirnos a los ritmos circadianos en el cuerpo, es decir, a los ciclos naturales de aproximadamente 24 horas. Es como tener un reloj biológico en el cual ocurren cambios físicos, metabólicos y de comportamiento y está presente en todos los seres vivos, desde bacterias hasta humanos. Este reloj está sincronizado principalmente con los ciclos de luz y oscuridad, y al producirse alguna alteración hay posibilidades de generar efectos perjudiciales en la salud y el comportamiento.En las aves, los ritmos circadianos están mediados principalmente por la luz percibida a través de los ojos y regulados por la hormona melatonina, la llamada "hormona del sueño". Esta se produce principalmente por la noche y ayuda a las aves a descansar. Curiosamente, las aves captan información lumínica no solo a través de la retina, sino con la glándula pineal e incluso el hipotálamo, que actúan como relojes biológicos y regulan funciones clave como el sueño y la producción de hormonas (Cassone y Kumar, 2022).
La melatonina es clave en la regulación del ciclo de descanso; su producción se incrementa en la oscuridad, señalándole al cuerpo necesidad de dormir. No obstante, su función no se limita al sueño, también participa en la protección celular, la eliminación de radicales libres y posee propiedades antioxidantes (Tordjman y cols., 2017). Diversos experimentos han demostrado que la exposición continua a la LAN reduce los niveles de melatonina en las aves. En cambio, cuando la exposición a esta luz disminuye, los niveles de dicha hormona tienden a aumentar (Dominoni et al., 2013).
¿Qué pasa con las aves cuando hay demasiada luz artificial?
Si la LAN altera la producción de una hormona tan importante, ¿qué consecuencias tiene para las aves? Se ha observado que la alteración en los niveles de melatonina afecta significativamente su fisiología y comportamiento. Por ejemplo, muchas aves, cuando están expuestas a más de 12 horas de LAN, tardan más en dormirse y prolongan su actividad diaria. Este cambio puede generar desajustes en su alimentación, sus ciclos de migración e incluso su reproducción (Rich y cols., 2023).Las aves migratorias son especialmente vulnerables a la contaminación lumínica. Muchas especies dependen de la luz de la luna y las estrellas para orientarse en sus largas travesías y el resplandor de las ciudades llega a desorientarlas, y a hacer que se pierdan, provocándoles un gasto de energía mayor a la necesaria y, en el peor de los casos, un choque con edificios iluminados. De hecho, se ha documentado que la LAN causa la muerte de miles de aves cada año, debido a las colisiones con edificios y otras estructuras urbanas (Gauthreaux y cols., 2006).
Por otro lado, la exposición prolongada a LAN también afecta la reproducción de las aves. Algunas especies comienzan a cantar más temprano en la mañana en respuesta a la LAN y, en consecuencia, patrones de apareamiento se ven afectados. Asimismo, la alteración en la producción de melatonina puede influir en la regulación hormonal asociada con la reproducción, afectando la calidad de los huevos y la supervivencia de los polluelos (Dominoni y cols., 2013).
¿Se puede hacer algo al respecto?
Afortunadamente, sí. En algunas ciudades han implementado medidas para reducir la contaminación lumínica. Por ejemplo, programas de "apagado de luces" durante las temporadas de migración, reduciendo la iluminación artificial en edificios y monumentos para facilitar la orientación de las aves. También se han desarrollado tecnologías de iluminación menos agresivas para la fauna, como luces con longitudes de onda específicas.Por tanto, es fundamental generar conciencia sobre los efectos de la luz artificial nocturna en los ecosistemas y promover estrategias para reducir su impacto. Conservar la oscuridad natural beneficia a las aves y también a otros organismos y, en última instancia, a los seres humanos. La noche natural es un recurso valioso y poco apreciado que hemos ido perdiendo con el tiempo, y recuperarla podría traer grandes beneficios para la biodiversidad y nuestra propia salud.
En conclusión, aunque la luz artificial nocturna es indispensable en la vida moderna, también es una fuente de contaminación con consecuencias significativas en los relojes biológicos de las aves. El impacto en sus ritmos circadianos, los cambios en sus patrones de migración y reproducción, así como el riesgo de colisiones, evidencian la necesidad de repensar la manera en que iluminamos nuestras ciudades. La investigación y la implementación de soluciones responsables contribuyen a una convivencia más armoniosa entre la urbanización y la naturaleza.
Piensa en las aves y, en tu casa o lugar de trabajo, apaga los focos que no ocupes.
Detalles del autor
- Nombre(s):
Isaac Muñoz-Santos /UATx
José Roberto Sosa-López /IPN
Alejandro Ariel Ríos-Chelén /UATx
Referencias
● Cassone VM, Kumar V. (2022). Circadian rhythms. En Sturkie’s Avian Physiology (pp. 1163–1181). Academic Press.● Dominoni D, Quetting M, Partecke J. (2013). Artificial light at night advances avian reproductive physiology. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 280(1756), 20123017. https://doi.org/10.1098/rspb.2012.3017
● Gauthreaux SA, Belser CG, Rich C, Longcore T. (2006). Effects of artificial night lighting on migrating birds. En Ecological consequences of artificial night lighting (Vol. 2006, pp. 67–93). Island Press.
● Tordjman S, Chokron S, Delorme R, Charrier A, Bellissant E, Jaafari N, Fougerou C. (2017). Melatonin: pharmacology, functions and therapeutic benefits. Current Neuropharmacology, 15(3), 434–443.
● Rich C, & Longcore T. (2013). Ecological consequences of artificial night lighting. Washington, DC: Island Press.