Un mundo urbanizado
En 2024, alrededor de 4 400 millones de personas vivían en las ciudades del mundo. ¿Te parece mucho? Pues para 2045, la población urbana alcanzará los 6 600 millones (Banco Mundial, 2024) lo cual equivaldría a llenar, con personas de pie, 33 000 veces el zócalo de la Ciudad de México.Investigaciones publicadas en la revista Nature Communications han señalado que el crecimiento acelerado y desorganizado de las ciudades suele generar transformaciones drásticas en el ambiente, como la deforestación, la contaminación de cuerpos de agua, la sobreexplotación de recursos naturales, el desplazamiento de poblaciones animales y la invasión de especies exóticas, lo que contribuye significativamente a la pérdida de biodiversidad.
Pero, ¡ánimo! No todo está perdido. Incluso en este escenario de acelerada degradación ambiental, investigaciones publicadas en otra revista, Urban Ecosystems, han demostrado cómo los espacios verdes urbanos —parques, jardines, lotes baldíos o patios privados— pueden funcionar como valiosos refugios para algunas especies que logran adaptarse a la vida en la ciudad, al ofrecerles alimento, agua, lugares de descanso o sitios para la crianza. Sin embargo, no todas las especies tienen esta capacidad de adaptación; para ellas, la historia es diferente.
¿Qué pasa con los animales cuando la ciudad invade su hábitat?
Depende de la especie. Equipos de investigadores de universidades en España, Chile y Canadá han destacado que algunas especies son especialmente sensibles al deterioro ambiental y tienden a desaparecer gradualmente de las ciudades, permaneciendo en áreas naturales donde aún encuentran los recursos necesarios para vivir y reproducirse.En contraste, existen especies más tolerantes que logran sobrevivir en entornos urbanos o se desplazan con frecuencia entre espacios naturales y zonas verdes dentro de la ciudad. Sorprendentemente, estas especies tolerantes pueden habitar o utilizar temporalmente espacios verdes pequeños y comúnmente subestimados —parques vecinales, camellones, jardines privados o lotes baldíos—, además de otros más extensos y complejos, por ejemplo, plazas públicas, parques metropolitanos, remanentes de bosques o barrancas urbanas.
En conjunto, estos espacios conforman un entramado urbano que permite a la fauna desplazarse y establecerse en la ciudad, favoreciendo la conservación de sus poblaciones y también el mantenimiento de sus funciones ecológicas.
¿Qué sucede al interior de los espacios verdes urbanos?
En resumidas cuentas, los espacios verdes urbanos son el escenario que permite que las funciones ecológicas de los organismos continúen ocurriendo y donde muchas especies están prosperando. Por ejemplo, en la Ciudad de México, el Bosque de San Juan de Aragón, el Bosque de Chapultepec y el Parque Ecológico Xochimilco sirven como sitios de alimentación para cinco especies de murciélagos insectívoros. Estos parques, con su abundante vegetación y alumbrado público, atraen grandes cantidades de insectos, permitiendo que estos pequeños mamíferos no solo sobrevivan en la ciudad, sino que también desempeñen un rol clave en el control de plagas (Ávila-Flores y Fenton, 2005).De manera similar, el Parque Ecológico Macuiltépetl en Xalapa, Veracruz, es un auténtico refugio de biodiversidad; su accidentado terreno limita el acceso de visitantes y personal de mantenimiento, reduciendo la intervención humana. Esta característica genera condiciones más naturales donde prosperan 49 especies de insectos, 39 de hongos, 36 de plantas, 13 de aves, 6 de murciélagos y 2 de anfibios (MacGregor-Fors et al., 2016).
Sin embargo, no solo los grandes parques desempeñan un papel relevante. En Pachuca, Hidalgo, los lotes baldíos, esos terrenos abandonados donde crecen hierbas y arbustos sin intervención humana, albergan hasta 64 especies de aves, superando la diversidad registrada en la selva baja caducifolia circundante, que cuenta solamente con 51 especies. Estos espacios actúan como refugios y puntos de descanso tanto para aves nativas como para especies exóticas, enriqueciendo la diversidad local (Zuñiga-Palacios et al., 2019).
Incluso en megaciudades como Nueva York, la biodiversidad encuentra oportunidades para adaptarse. Asombrosamente, se han identificado insectos herbívoros de 51 familias viviendo en los maceteros urbanos. Estos pequeños espacios retienen agua, permiten el crecimiento de plantas y sirven como refugio temporal o permanente para los insectos durante sus desplazamientos por la ciudad (Lundquist et al., 2022).
Estos ejemplos evidencian que, sin importar su tamaño, los espacios verdes urbanos son esenciales para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico en las ciudades.
Los espacios verdes urbanos y las personas
Si bien los espacios verdes representan un respiro para las especies al proveerlas de los recursos necesarios para vivir, su importancia no termina ahí: nosotros también obtenemos beneficios de ellos porque los jardines, plazas públicas y otros espacios verdes favorecen el bienestar mental y físico de los ciudadanos al proporcionar lugares de contemplación y recreación.Además, reducen los efectos negativos de vivir en la ciudad manteniendo estable la temperatura a lo largo del día, purificando el aire al capturar partículas contaminantes y reduciendo la transmisión del ruido urbano al detener las ondas de sonido con las copas de los árboles.
Por si fuera poco, también protegen la infraestructura urbana al disminuir el impacto del viento y facilitan la absorción del agua de lluvia en los mantos acuíferos, ayudando a prevenir inundaciones.
Comprender la relevancia de los espacios verdes en áreas urbanas nos impulsa a ampliar las iniciativas sociales y a demandar acciones gubernamentales orientadas a su conservación.
Detalles del autor
- Nombre(s):
Sandra José-Ramírez /UATx
Amando Bautista / UATx
Verónica Reyes-Meza/UATx
Referencias
● Avila-Flores R, Fenton MB. (2005). Use of spatial features by foraging insectivorous bats in a large urban landscape. Journal of Mammalogy, 86(6), 1193–1204. https://doi.org/10.1644/04-MAMM-A-085R1.1● Banco Mundial. (2024). Desarrollo urbano. Consultado noviembre 24, 2024, en https://www.bancomundial.org/es/topic/urbandevelopment/overview
● Lundquist MJ, Weisend MR, Kenmore HH. (2022). Insect biodiversity in urban tree pit habitats. Urban Forestry & Urban Greening, 78, 127788. https://doi.org/10.1016/j.ufug.2022.127788
● Macgregor-Fors I, Escobar F, Rueda-Hernández R, Avendaño-Reyes S, Baena ML, Bandala VM, Chacón-Zapata S, Guillén-Servent A, González-García F, Lorea-Hernández F, Montes De Oca E, Montoya L, Pineda E, Ramírez-Restrepo L, Rivera-García E, Utrera-Barrillas E, Escobedo F, Livesley SJ, Morgenroth J. (2016). City "green" contributions: The role of urban greenspaces as reservoirs for biodiversity. Forests, 7(7), 146. https://doi.org/10.3390/f7070146
● Zuñiga-Palacios J, Zuria I, Moreno CE, Almazán-Núñez RC, González-Ledesma M. (2020). Can small vacant lots become important reservoirs for birds in urban areas? A case study for a Latin American city. Urban Forestry & Urban Greening, 47, 126551. https://doi.org/10.1016/j.ufug.2019.126551