Pseudomonas aeruginosa es una bacteria gram-negativa, clasificada así por el color que adquieren después de aplicarles un proceso químico denominado tinción de Gram, y que se encuentra presente en muchos lugares y situaciones en la naturaleza: plantas, animales, suelo, así como humanos. Dentro del su género Pseudomonas se encuentran también algunas otras especies como P. fluorescens, P. putida, P. syringae y P. alcaligenes y todas son potencialmente perjudiciales para el hombre, algunas pueden infectar a plantas e invertebrados. Esta bacteria es capaz de utilizar una enorme variedad de compuestos orgánicos como base para crecer, capacidad que le permite colonizar espacios en los que son escasos los nutrimentos que otros organismos pueden asimilar. Se ha reportado la presencia de P. aeruginosa en ambientes tan comunes como fregaderos, lavabos o piscinas inadecuadamente cloradas. Características:

• Todos estamos en contacto con ella (aislada de casi el 6% de adultos sanos).
• Es uno de los problemas más serios en hospitales pues es un patógeno oportunista e infecta a pacientes inmunocomprometidos como quemados, internos en terapia intensiva o con SIDA. Produce infecciones mortales en individuos con fribrosis quística (FQ).
• Es altamente resistente a antibióticos.
• Produce compuestos con posible aplicación industrial que son útiles en biotecnología ambiental, como los ramnolipidos o los polihidroxialcanoatos. Crear plásticos biodegradables. Además de ser una bacteria de interés biomédico, también tiene interés biotecnológico y en la investigación que lleva con su equipo, intentan compaginar ambos.
• De virulencia Contiene un sistema de regulación transcripcional muy complejo de detección de quórum (QS) en el que intervienen múltiples proteínas regulatorias. ¿cómo la bacteria en qué condiciones regulas los factores de virulencia?
• Gran parte de los factores de virulencia que intervienen en infecciones agudas se regulan por la respuesta QS.

Ante la potencial amenaza hacia los seres vivos de esta bacteria, en el grupo de investigación coordinado por la doctora Gloria Soberón Chávez de la Universidad Nacional Autónoma de México, se estudia desde varios años atrás la genética molecular de P. aeruginosa, su origen y evolución, así como las distintas aplicaciones biotecnológicas que se expresan de una manera coordinada con diversos factores que participan en su virulencia mediante un mecanismo llamado sensor de quórum: ciclo que comienza con un regulador transcripcional que activa la expresión de genes que codifican para que la bacteria se vuelva virulenta y como consecuencia creen infecciones en los seres vivos.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud definió como prioridad crítica buscar alternativas para el tratamiento de cepas resistentes a antibióticos que combaten las infecciones a consecuencia de P. aeruginosa. “Se dice que para dentro de unas décadas vamos a regresar a la época preantibióticos por la cantidad de cepas multirresistentes” expresa la doctora Soberón.

Entre los factores de virulencia que produce P. aeruginosa, se encuentran los ramnolípidos, grupo de moléculas que representan una alternativa ecológica; la piocianina, un pigmento extracelular; así como la producción de proteasas que descomponen las proteínas en proteínas más pequeñas o unidades proteínicas más pequeñas, y otros compuestos; también cuentan con un sistema de secreción, el cual hace una jeringa molecular que permite que se pasen toxinas del citoplasma de la bacteria a la célula hospedera que matan a las células. Este último tiene importancia para la clasificación de los distintos grupos filogenéticos que tiene P. aeruginosa, debido a que no todas las cepas tienen este sistema, aunque la mayor parte de ellas lo hacen.

Una de las acciones tomadas por la doctora Soberón, tal como de científicos de todo el mundo ha sido buscar una manera en donde se pueda dejar que las bacterias permanezcan vivas, pero ya no produzcan los factores de virulencia. Una de las estrategias más importantes que se han realizado, es la búsqueda de inhibidores de la actividad transcripcional de los genes que vuelven a la bacteria virulenta, lo cual se atenuaría la malignidad y se podría prevenir o tratar las infecciones de modo que las bacterias ya no causen la infección, para ello es importante para conocer y descifrar el código genético que tienen P. aeruginosa, es decir, secuenciar su genoma.

Actualmente existe una base de datos donde se encuentran aproximadamente 4955 genomas de P. Aeuroginosa reportados, incluidos los de cepas resistentes, por ello, la doctora Soberón se preguntó ¿el lugar de origen de la cepa determina sus factores de virulencia? Y junto con su equipo de trabajo llegó a la respuesta de que no, el hecho de que la cepa se encuentre en el medio ambiente o sea clínica, no representa a dos poblaciones distintas, pues mantienen los mismos factores de virulencia, inclusive, aunque no tuvieran el gen que activa la toxicidad de la bacteria sigue siento virulenta.

Incluso, otros autores al hacer una clasificación filogenética de P. aeruginosa que describió la historia evolutiva del flujo hereditario a distintos niveles evolutivos/temporales de 1,311 genomas, obtuvieron 5 grupos en los cuales coexistían ambos tipos de cepas. Lo que hizo concluir a la doctora Soberón que lo que las hace distintas, no es el habitad en donde se encuentran, a pesar de que, como descubrió con su equipo de trabajo, existen cepas endémicas, es decir, cepas cuyo ámbito geográfico es limitado como la del sistema Churince en Cuatro Ciénegas Coahuila, México.

Actualmente su arduo trabajo continúa, pues sigue refinando su búsqueda mediante métodos informáticos, algunas secuencias estrategias para poder identificar cuando las cepas de P. aeruginosa pertenecen a los diferentes clados (ramas del árbol filogenético propuesto para agrupar a los seres vivos) que las conforman, así como los genes que participaban en la virulencia de cada uno.