Para las culturas alrededor del mundo, las aves representan símbolos de transformación, fuerza, coraje, protección, sabiduría, conocimientos, renacimiento, prosperidad, entre otros atributos. Si me preguntan, ¿qué representan las aves para mí? La respuesta sería conexión con la ciencia y con emociones.
Mi primer contacto con las aves silvestres ocurrió cuando ejecuté un proyecto de captura de aves con redes de neblina para la materia Zoología de Vertebrados, en el cuarto semestre de mi carrera como bióloga en la Universidad Central del Ecuador. El trabajo de campo lo desarrollé en la Reserva Biológica Bilsa, en el Chocó ecuatoriano, nada más y nada menos que en una de las regiones biogeográficas más diversas y amenazadas del mundo, donde tuve muchas especies de aves en mis manos, por lo que pude admirar en detalle sus formas y colores. Esta experiencia despertó tal curiosidad en mí que empecé a vincularme en todo tipo de actividades relacionadas con las aves, académicas y lúdicas. Es entonces cuando descubrí un nuevo hobby, pajarear, el cual me ha dado innumerables satisfacciones. Pues siempre que visito un pueblo, un bosque o un área protegida, aprovecho para contemplar las aves del lugar.
Cuando me gradué, sabía que debía trabajar en actividades relacionadas con las aves y así fue como tuve la oportunidad de trabajar con muchos biólogos/as en varios proyectos de conservación e investigación en diferentes provincias de mi país. Trabajé en Azuay, registrando la diversidad de aves y las interacciones entre plantas y colibríes en bosques montanos (cerca de los 3000 msnm), y también en Galápagos, con dos especies endémicas y muy amenazadas, el pájaro brujo (Pyrocephalus nanus) y el Pinzón de manglar (Camarynchus heliobates). Para las dos especies monitoree la anidación durante la temporada reproductiva del 2021. Durante los monitoreos observé conductas de incubación y empollamiento, lo cual me dejó asombrada y entusiasmada.
Fue entonces cuando decidí que me gustaría estudiar un posgrado vinculado a conductas durante la etapa reproductiva de las aves y encontré la convocatoria de la Dra. Bibiana Montoya, quien buscaba estudiantes para ingresar a la Maestría en Ciencias Biológicas en el Centro Tlaxcala de la Biología de la Conducta de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y así fue como llegué a México. Como parte de mi trabajo de tesis de maestría pude presenciar las conductas de incubación y de competencia de las parejas del Azulejo garganta azul (Sialia mexicana) en el Parque Nacional La Malinche, durante la temporada reproductiva de 2024. Esta experiencia es completamente nueva para mí, me ha traído innumerables emociones, sin embargo, la que quiero resaltar es la gratitud por permitirme vivir esta oportunidad.
En fin, todos los eventos aquí reseñados me recuerdan lo importante que han sido las aves para mí. No solo porque me conectaron con la ciencia sino también con la gente y con la naturaleza. Además, me han generado muchas emociones.
Detalles del autor
- Nombre(s):
Ibeth Paola Alarcón Vásconez
ibethalarcon1@gmail.com