Según la cosmovisión mexica, el Xoloitzcuintle es el encargado de guiar las almas de las personas difuntas en el inframundo, asegurándose que todas lleguen a un oasis inagotable. Pero existen ejemplos en la naturaleza que me hacen cuestionar si los Xolos pueden con todo este trabajo o si le piden ayuda a otras especies. Aquí es donde los hongos entran a escena, estos seres poco conocidos pero de gran importancia económica, ecológica y cultural. Existen hongos, que como película de terror de David Cronenberg, crecen, se alimentan o reproducen en cuerpos de animales, ocasionándoles por lo general una muerte catastrófica. La suma de esas muertes ha provocado la extinción de especies, como el misterioso caso del sapo dorado exterminado por un hongo quítridio durante los años ochenta.
Pero volvamos a la idea sobre los posibles ayudantes de los Xolos. Un día lluvioso y nublado, iba caminando en el bosque cuando me encontré una hormiga que se movía como un zombi, paseándose entre la vida y la muerte. La hormiga zombi se trepó a un árbol, y como si estuviera poseída, colgó su cuerpo panza pa’ arriba aferrándose con sus seis patas a una rama. De repente, de su cuerpo brotó un hongo cordyceps que liberó esporas por todos lados, infectando a más hormigas y otros insectos. Los zombis de insectos y sapos dorados seguro que ayudan a los Xolos con todo ese trabajo de acarrear almas, en algo deben ocuparse mientras su vida está en debate. Especialmente, se deben enfocar en las almas de aquellas personas que accidental o misteriosamente murieron dentro de la selva y que nadie pudo encontrar.
Detalles del autor
- Nombre(s):
Juan Manuel Díaz García