¿Quién alguna vez no soñó con descubrir algo que revolucionara la vida misma o que pudiese ayudar a los demás? ¿Cuál era la capacidad que teníamos cuando éramos niños que nos hacía buscar “eso” que cambiaría muchas situaciones problemáticas? Hay más preguntas que respuestas; no obstante, la curiosidad es la clave que lleva a los descubrimientos y así abrir las puertas del conocimiento.

Ahora bien, desde tiempos inmemoriales, las civilizaciones antiguas encontraron un poder oculto en las plantas con las que lograban tratar y/o comba-tir una enfermedad, o en el peor de los casos inducir daño a los individuos, surgiendo poco a poco la herbolaria; ésta a pesar de los avances en la farmacología, continúa empleándose en todos los países del mundo como una terapia alternativa para el tratamiento de enfermedades como la gripe común, dolor abdominal, disfunción eréctil, entre otras, debido a que se tiene la concepción de que es un método natural e inocuo. No hay que olvidar que, así como las plantas poseen algunos principios activos o metabolitos que son benéficos para el ser humano, también algunos de éstos pueden ser nocivos para la salud.

La disfunción eréctil se define como “la incapacidad persistente para conseguir y mantener una erección suficiente para la realización satisfactoria de la relación sexual”, misma que se presenta más comúnmente en personas mayo-res; sin embargo, en los últimos años ha observado un auge en adultos jóvenes. Este padecimiento suele tratarse con el compuesto sildenafilo, mejor conocido como viagra. También hay algunos suplementos alimenticios naturales para combatir dicho padecimiento, hechos a base de extractos de plantas, mismo que son distribuidos ampliamente en todo México sin restricción alguna. El problema con algunos suplementos es que están compuestos por más de una planta.

Si se realiza un análisis exhaustivo de las plantas que conforman dichos afrodisíacos naturales se puede hallar que éstas poseen cientos de metabolitos con efectos positivos en la salud del humano individualmente; pero, de igual manera, algunos de ellos generan efectos tóxicos en el hígado, o demás órganos.

Previamente, el grupo de trabajo de la Dra. Estela Cuevas, investigadora del Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta, ha mostrado que algunos productos “afrodisíacos” a base de plantas pueden causar daños en diferentes órganos como riñones, páncreas e hígado.

Particularmente, los hepatocitos (células del hígado) pueden sufrir cambios metabólicos como consecuencia del consumo de algunas plantas, causado por la acumulación de lípidos. Todo lo anterior nos hace suponer que las plantas con propiedades afrodisíacas podrían estar comprometiendo la viabilidad de dicho órgano.

Por mencionar algunos de ellos, se sabe que los afrodisíacos que poseen en su formulado plantas como Eugenia spp generan alteraciones en la estructura de los hepatocitos, además de tener efectos tóxicos en estas células. Otro principio que está presente en afrodisíacos de origen natural es la cumarina, misma de la que se ha reportado también efectos tóxicos en el tejido hepático. Incluso se ha estimado que algunos metabolitos de las plantas pueden inducir la acumulación de lípidos en hígado, es decir, promueven la aparición de hígado graso.

Pero... ¿Por qué puede ser maligna la presencia de hígado graso?

Como sabemos el hígado es un órgano con múltiples funciones. Por mencionar algunas de ellas, se encarga de desintoxicar y procesar todos los principios activos que entren en un organismo, pero si sus hepatocitos sufren de deformaciones, éstas inducirán su muerte celular, y limitarán la vitalidad del hígado.

El hígado graso es un padecimiento que afecta a gran parte de la población mundial, debido a que es frecuente en personas que padecen de obesidad, diabetes e incluso alcoholismo. En esta enfermedad se estima que al menos el 5% de las células del hígado están almacenando lípidos o ácidos grasos hecho que genera deformaciones en los hepatocitos, además de limitar las actividades metabólicas que realiza cada una de ellas, iniciando un proceso de tipo inflama-torio, donde las células dañadas generan su muerte celular, hecho que propicia la liberación de sustancias químicas tales como Interleucina 6 o Factor de Necrosis Tumoral, las cuales atraen a células inmunes como macrófagos o neutrófilos, con el propósito de extraer y eliminar los restos del hepatocito dañado y de dar paso a una nueva célula y que ésta pueda coadyubar a tener una homeostasis del cuerpo humano.

En un inicio el hígado graso pasa desapercibido, debido a que no genera algún signo o síntoma en el ser humano, pero si quien lo padece lleva un estilo de vida en el que no tiene una dieta inadecuada, padece de diabetes o consume múltiples medicamentos, se habla de que está cursando en un estado de tipo crónico, por lo que si hay un recambio continuo de hepatocitos dañados tras la acumulación de lípidos en éstos, se pueden desarrollar otros padecimientos como fibrosis o, en el peor de los casos, cirrosis o cáncer hepatocelular, hecho que compromete la vida de quien lo manifieste.

Por lo que es importante conocer cuáles son los componentes de los afrodisíacos naturales o de cualquier remedio tradicional, antes de tomar un tratamiento y así evitar efectos secundarios que comprometan la salud de las personas.

Detalles del autor

  • Nombre(s): Carlos Alfredo Cuenca Hernández

Carlos Cuenca es químico clínico por la UATx.

Actualmente cursa la maestría en Ciencias Biológicas bajo la coordinación de la Dra. Estela Cuevas en el Laborator io de Bioquímica. Su línea de investigación se basa en determinar cuáles son lo efectos de algunos afrodisíacos en diversos órganos, tomando como modelo de estudio a ratas de cepa Wistar.