El Parque Nacional La Malinche (PNLM) es el área verde más importante del Estado de Tlaxcala, este cuenta con un clima cálido y frío de alta montaña que promueve el crecimiento de especies arbóreas de pinos, oyameles y encinos, formando bosques densos de una sola especie o mixtos, los cuales llamamos bosques templados. Como la mayoría de los bosques en el mundo, el PNLM ha perdido un gran porcentaje de su bosque original, actualmente cuenta con cuarenta y cinco mil hectáreas, pero solo diecisiete mil de ellas están conservadas. Esto debido a la fragmentación del bosque, a la tala ilegal, los incendios forestales y el ocoteo, una práctica que realizan las comunidades aledañas para inducir la resinación del árbol y obtener pequeños pedazos de madera que utilizarán como material combustible. Provocando que la cobertura vegetal se reduzca y con ello, los servicios de soporte y servicios ambientales que afectan no solo a la diversidad de especies, sino también a las sociedades humanas y servicios culturales.
Los árboles como actores principales
Los árboles no solo mejoran la calidad del aire, abastecen de agua y forman suelos productivos, también proporcionan alimento y refugio para un gran número de especies. Aún, cuando estos ya son viejos o muertos. De hecho, los árboles en senescencia -el proceso natural de envejecimiento y muerte- junto con los árboles muertos en pie, son tan valiosos como los árboles vivos, incluso en entornos agrícolas y urbanos. En el tronco de los árboles viejos o muertos se generan cavidades que serán sitios de refugio o anidación para muchas especies.Vidas ocultas en los árboles
Las cavidades en los troncos de los árboles son un recurso fundamental para muchas especies, principalmente vertebrados que dependen de ellas para anidar, alimentarse y refugiarse. Hay dos formas en cómo se generan las cavidades, por excavación, cuando algunas especies perforan sus propias cavidades en los árboles, o por descomposición de un árbol senescente.Las aves son, quizás, el grupo más numeroso que utiliza las cavidades: cerca de 1878 especies de aves del mundo anidan en las cavidades de los árboles. Estas especies se han clasificado en tres grupos:
1) nidificadores primarios, aves que crean sus propias cavidades, principalmente pájaros carpinteros, quienes prefieren los árboles viejos.
2) Nidificadores secundarios, aves que usan cavidades pero que no son capaces de excavarlas, como las golondrinas, los azulejos o las aves denominadas saltapared. Todas estas aves usan cavidades excavadas por los carpinteros o formadas por la descomposición del árbol.
3) Excavadores facultativos, aves que en ciertas ocasiones excavan su propia cavidad o pueden utilizar las ya disponibles, como las aves trepadoras pechiblanco y enano.
La interdependencia entre los tres grupos respecto a la creación y uso de las cavidades formadas en los árboles es lo que han llamado como “redes de nido”, lo cual es un análogo a las redes tróficas, donde hay una serie de niveles con un sistema consumidor-recurso y que la falta de uno de ellos puede desequilibrar la red y ocasionar menor diversidad de especies y flujo de energía. Así, la falta de árboles senescentes generará una falta de cavidades y esto una disminución de aves, pues no encontrarán sitios de refugio o de reproducción. Está es una de las causas por lo que el 13% de las aves que anidan en cavidades se encuentran en alguna categoría de riesgo de desaparecer del ambiente, catalogadas como, estado de vulnerabilidad, en peligro o en peligro crítico de extinción. Por tanto, es importante mantener toda una gama de árboles de diferentes edades, desde árboles jóvenes, que irán envejeciendo poco a poco, hasta los valiosos viejos, que irán muriendo. Esto permitirá la generación constante de cavidades en árboles, ya que hay algunas especies de árboles que hasta los 100 años de vida iniciarán su proceso de senescencia y podrán generar cavidades.
¿Te imaginas esperar 100 años para encontrar una casa?
Aves en apuros
Ahora es fácil imaginar las dificultades que enfrentan los nidificadores de cavidades, principalmente los nidificadores secundarios en bosques donde no hay árboles viejos o muertos, ¿no? Podemos sumar otros problemas actuales que afectan a los bosques, como las plagas, enfermedades, especies invasoras, sequías y fenómenos meteorológicos adversos, lo que dificulta más encontrar una casa o refugio.
Ante este problema, en el PNLM hemos probado colocar cajas nido, las cuales son hechas de madera y con las dimensiones de una cavidad natural, con la idea de proveer sitios de anidación o refugio para al menos seis especies de aves nidificadoras secundarias que ahí viven y se reproducen. Llevamos 10 años revisando las cajas nido y los resultados han sido favorables, ya que las aves cada año han utilizado las cajas para reproducirse, teniendo nidadas exitosas y baja incidencia de depredación o abandono del nido. En invierno, hemos encontrado evidencia de su uso por medio de excretas, semillas y restos de alimento no digerido (egagrópilas) de algún búho enano. Además, hemos encontrado que otros grupos animales las usan como refugio. Estos otros inquilinos son mamíferos, reptiles y artrópodos (arañas e insectos). Sin embargo, nos falta mucho por entender sobre cómo fomentar el conocimiento de las especies de aves que viven en el PNLM, sus necesidades para sobrevivir y cómo los humanos podemos ayudar, lo cual es importante para propiciar una conservación más integral de la biodiversidad.