Soy química farmacéutica de formación, con acercamiento a la investigación científica, amante de las plantas de jardín y de los animales. He sido becaria CONACyT (ahora CONAHCyT) en Maestría y Doctorado. Durante mi formación académica tuve grandes maestros que me dieron la oportunidad de trabajar con hormonas sexuales y tiroideas y su impacto en el sistema nervioso y reproductivo.
Me integré al CTBC-UATx en 2006, estableciendo mi propia línea de investigación enfocada a entender el impacto de la deficiencia de hormonas tiroideas o hipotiroidismo en la reproducción femenina. También he abierto otras líneas de investigación relacionadas con hipotiroidismo y metabolismo, así como con la toxicidad de algunas plantas.
En estos años de trabajo hemos podido diseñar un modelo de hipotiroidismo inducido en conejas mediante el uso de fármacos utilizados para tratar el hipertiroidismo en humanos. El modelo animal de la coneja ofrece ventajas, en comparación con la rata, al no presentar variabilidad de hormonas sexuales de manera cíclica. Ello permite trabajar con las hormonas tiroideas de una manera más sencilla sin la interferencia de otras hormonas. Si bien los machos pueden también presentar complicaciones reproductivas por el hipotiroidismo, siempre las hembras han sido menos abordadas en investigación.
En nuestro modelo de coneja hipotiroidea hemos observado cómo esta condición hormonal afecta la maduración de los folículos ováricos, evitando su ovulación y, en consecuencia, induciendo la formación de quistes o la atrofia de los folículos ováricos. Estos hallazgos han ayudado a entender por qué las mujeres con hipotiroidismo tienen problemas para conseguir el embarazo y muchas de ellas pueden presentar adelanto de su menopausia o falla ovárica. Otros resultados que hemos reportado en la coneja es cómo el hipotiroidismo es capaz de originar el desarrollo de miomas uterinos (tumores) y un inadecuado engrosamiento del endometrio uterino, mejor conocido como hiperplasia uterina. Estas observaciones se correlacionan con sangrados intermenstruales en las mujeres con hipotiroidismo, quienes también pueden desarrollar miomas uterinos y, por ende, tener dificultades para conseguir un embarazo e incluso perderlo de manera natural. Nuestros hallazgos han abierto nuevas preguntas en relación con el desarrollo fetal.
Los datos con que contamos deberían ser tomados en cuenta por la comunidad médica para realizar un riguroso seguimiento de la salud reproductiva de las mujeres con sospecha de alteraciones tiroideas.