Un paseo matutino del Zócalo hacia la calle de San Francisco, continuando frente a las puertas de la iglesia llamada Nuestra Señora de la Asunción, es una experiencia inolvidable. Si se tiene la suerte de pasar en la hora de la primera misa, se puede llegar a escuchar la campanita señalando el momento de la transustanciación del vino en la sangre de Cristo. La tranquilidad del ambiente, los árboles centenarios, los muros sólidos de piedra de la iglesia y el sonido de la campanita que se ha escuchado durante más de mil años en todo el mundo cristiano, provocan un sentido inigualable de paz y tranquilidad, propenso para la creación intelectual excelso.

Hace muchos años tuve la ocasión de presenciar aquel momento divino. Estuve en Tlaxcala para visitar el Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta y para ofrecer una plática en el famoso curso de doña Margarita Martínez. El día anterior había visitado el laboratorio de Rosa Angélica Lucio para informarme sobre su método extraordinario de recolectar semen de ratas y evaluar la cantidad y calidad de los espermatozoides. Su método es único en el mundo.

Todos sabemos que la transustanciación es un proceso milagroso. Igual de milagroso es el hecho de que Tlaxcala, una pequeña ciudad tranquila entre los magueyes pulqueros, algo apartado del mundo, puede ser la anfitriona de investigación de primera clase y un hogar para un grupo considerable de jóvenes y menos jóvenes investigadores. No dispongo de datos exactos sobre la magnitud de la contribución científica del Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta, pero estoy convencido de que es superior a la mayoría de los sitios de investigación fuera de la Ciudad de México. Es un ejemplo de lo que se puede hacer con entusiasmo y dedicación, sin la abundancia de recursos materiales que se encuentra en los centros de investigación capitalinos. Habría que esperar que los próximos años sean igual de exitosos que los 30 años transcurridos desde la fundación del centro.

Detalles del autor

  • Nombre(s): Anders Ågmo
    Profesor emérito
    Instituto de Psicología, Universidad de Tromsø, Noruega