Hace más de cuarenta años que he estado vinculado a la enseñanza e investigación histológica. Tiempo de profundos cambios en el enfoque epistemológico del estudio de los tejidos: de la estructura, pasando por la función celular, tisular y organísmica, apoyados en la técnica histológica así como en la bioquímica, la biología molecular y la inmunología; atendiendo al actual objeto de estudio de los tejidos, no solo morfofisiológicamente sino además ontogenética y filogenéticamente así como desentrañando las interacciones moleculares, celulares y tisulares en condiciones normales y patológicas.

Actualmente, la patología digital y la ingeniería de tejidos surgen de la multi- e interdisciplina enriqueciendo el substrato teórico, metodológico y técnico del estudio de los tejidos. En tanto que en el proceso de enseñanza-aprendizaje pasamos de la escuela tradicional a las innumerables corrientes pedagógicas actuales como el modelo por competencias o de pensamiento complejo, con técnicas didácticas para la presencialidad como a la virtualidad o en línea. En ese devenir en el tiempo, yo tuve el primer contacto con el Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta (CTBC) hace no menos de 25 años, cuando recibí una invitación para impartir una plática sobre la técnica histológica, a través de exalumnos de mis clases de Histología en la Universidad Autónoma de Metropolitana Unidad Iztapalapa que llegaron a realizar estudios de posgrado en el CTBC. A partir de esa experiencia se desencadenó una cascada de actividades, con cursos, participación en comités tutorales de estudiantes de posgrado del CTBC, coautoría en artículos de divulgación e investigación en revistas indizadas, interacción de cuerpos académicos y convenios interinstitucionales. Un lugar especial tiene en esa interacción el apoyo del CTBC al aceptar ser la sede de un Congreso Nacional de Histología, cuando yo presidía la Sociedad Mexicana de Histología.

Albricias al CTBC por cumplir 30 años en los que me permitieron compartir la riqueza de las actividades académicas que desarrolla, así como de una historia de satisfacciones al ver la culminación en la formación de estudiantes de posgrado, y de anécdotas que le han dado emotividad a los años en los que he sido testigo del desarrollo académico que los estimados colegas del CTBC, con los que he compartido las experiencias mencionadas.

Detalles del autor

  • Nombre(s):
    Mario García Lorenzana
    Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa